El profesor James Moriarty es quizás la creación literaria mejor personificada del mundo criminal en toda la literatura. Si bien tiene una participación activa en solo dos casos integrantes del canon Holmesiano (El problema final y El valle del Terror), y es mencionado en algunos otros, su presencia es tan fuerte que ha sido considerado, por maldad e inteligencia, el archienemigo de Mr. Holmes. Dicho antagonismo emerge de las propias palabras de Holmes, al manifestar que el referido personaje es “el organizador de la mitad de los delitos y de casi todo lo que no llega a descubrirse en esta gran ciudad”.
Sir Arthur Conan Doyle, ideo una de las escenas más famosas de la literatura al hacer caer a Sherlock Holmes y su antagonista, por las cataratas de Reichenbach (Suiza), tras una lucha sin precedentes, que marco el final del profesor Moriarty y la presunta muerte de nuestro detective. Debemos recordar que el profesor Moriarty fue matemático, titular de cátedra en una Universidad de Londres, autor de un trabajo sobre la teoría del binomio y gran estudioso de los asteroides y el movimiento de otros cuerpos celestes.
El personaje es caracterizado por el autor, como un intelectual que por su apariencia y erudición, resulta imposible sospechar su participación en el mundo del crimen. No obstante, las investigaciones de Holmes, le brindaron la certeza de estar frente al autor intelectual de la mayor organización delictiva de Londres. A punto tal, que Moriarty fue denominado por el gran detective como “el Napoleón del Crimen”. Su opinión, lamentablemente disentía con la de todos, ya que Moriarty era considerado socialmente, un matemático respetable, perteneciente a una clase de posición elevada, motivos más que suficientes para no dudar de su recta honorabilidad. Se dice que Sir Arthur Conan Doyle, medico oftalmólogo, odiaba las matemáticas, razón más que suficiente, para sospechar el motivo por el cual el profesor Moriarty se dedico a esa profesión.
Si bien ha dado lugar a debates, muchos consideran que Sir Arthur Conan Doyle, a la hora de trazar el perfil delictivo de Moriarty, se inspiro en un criminal real de su época. Tal es el caso de Adam Worth.
Este
delincuente nacio en Alemania en 1844, aunque de niño se traslado junto a su
familia a los Estados Unidos, donde comenzó una carrera delictiva con pequeños
hurtos que dieron lugar a robos más importantes, y determinaron su fuga hacia
Inglaterra, donde fundó una compleja organización delictiva dedicada al
robo.
Volviendo
a la ficción, Holmes se preguntaba sarcásticamente como el profesor Moriarty,
con su exiguo jornal de profesor universitario, podía tener en su poder un
cuadro de Jean-Baptiste Greuze, pintor francés del siglo XVIII, cuyas obras se
pusieron de moda en el siglo XIX, llegando a costar fortunas en la época
victoriana.
Lo
cierto es que dicho episodio literario tuvo su correlato en la vida real.
En 1876 tuvo gran resonancia el robo del retrato de la duquesa de Devonshire (obra de Thomas Gainsborough) en una importante galería de arte en Londres. Inmediatamente Adam Worth (la presunta inspiración de Moriarty) comenzó a enviar cartas solicitando el pago de una cuantiosa recompensa para que dicho cuadro fuera devuelto. La transacción en aquel momento se frustro y tuvieron que pasar veinticinco años para que el criminal devolviera el cuadro a cambio de un generoso pago monetario. Todo un referente.-
Adam Worth. El Profesor Moriarty real. |
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