El libro “Los años perdidos de Sherlock Holmes” de
Jamyang Norbu, es una novela que podría catalogarse como un pastiche o sea, una
obra en la cual se utilizan elementos ya creados anteriormente y que asimismo
pretende ser original. Para el caso del presente texto, emplear dicha terminología
puede resultar un procedimiento engañoso e implicar, porque no, una
desvalorización prejuiciosa de la narración. Norbu recrea los años en los
cuales Sherlock Holmes desapareció de Londres, perseguido por la peligrosa
organización criminal liderada por su archí-enemigo profesor Moriarty, tras el
forcejeo que derivo en su presunta muerte al caer de las imponentes cataratas
de Reichenbach, Suiza.
Según el canon oficial y conforme lo escrito por Watson en la “Casa Vacía”, Holmes manifestó “Viaje durante dos años por el Tibet, y pase un tiempo entretenido en Lhasa y unos días con el Gran Lama. Quizás haya oído hablar de la insólita exploración de un noruego llamado Sigerson, pero estoy seguro de que nunca se le había ocurrido que estaba recibiendo noticias de su amigo”.
En tal sentido, el texto de Norbu, recrea esos dos años en los que Holmes, huyendo de los serios peligros y múltiples atentados ejecutados por la organización criminal de Moriarty, cambio su identidad y viajo por el inhóspito Noroeste Asiático. Norbu, autor comprometido con la cultura tibetana y director del “Amnye Manchen Institute” (Centro tibetano de estudios avanzado) es un amplio conocedor de la historia y la cultura del Tibet, al punto que casi todo el texto recurre a muchas expresiones de aquella región, para cuya compresión el lector deberá recurrir a un glosario impreso al final del libro.
El texto, cuya originalidad se percibe en forma notable durante el transcurso de su lectura, es una obra impecable que amerita ser leída con atención, pues Norbu nos ofrece una nueva aventura de Mr. Holmes cuyo cronista, esta vez no es el Dr. Watson (quien por otra parte lo creía muerto) sino Hurre Chunder Mookerjee, compañero de todas sus aventuras por la India y la región inexplorada del Tibet, quien será finalmente el encargado de narrar esta historia que resulta atrapante de principio a fin. En ella, Holmes y Hurre deberán cumplir una misión de lo más extraña, con el fin de salvar al Tibet de un mal supremo.
Tratare de no ahondar en detalles, al solo efecto que el eventual lector, conserve el factor sorpresa durante su lectura.
Según el canon oficial y conforme lo escrito por Watson en la “Casa Vacía”, Holmes manifestó “Viaje durante dos años por el Tibet, y pase un tiempo entretenido en Lhasa y unos días con el Gran Lama. Quizás haya oído hablar de la insólita exploración de un noruego llamado Sigerson, pero estoy seguro de que nunca se le había ocurrido que estaba recibiendo noticias de su amigo”.
En tal sentido, el texto de Norbu, recrea esos dos años en los que Holmes, huyendo de los serios peligros y múltiples atentados ejecutados por la organización criminal de Moriarty, cambio su identidad y viajo por el inhóspito Noroeste Asiático. Norbu, autor comprometido con la cultura tibetana y director del “Amnye Manchen Institute” (Centro tibetano de estudios avanzado) es un amplio conocedor de la historia y la cultura del Tibet, al punto que casi todo el texto recurre a muchas expresiones de aquella región, para cuya compresión el lector deberá recurrir a un glosario impreso al final del libro.
El texto, cuya originalidad se percibe en forma notable durante el transcurso de su lectura, es una obra impecable que amerita ser leída con atención, pues Norbu nos ofrece una nueva aventura de Mr. Holmes cuyo cronista, esta vez no es el Dr. Watson (quien por otra parte lo creía muerto) sino Hurre Chunder Mookerjee, compañero de todas sus aventuras por la India y la región inexplorada del Tibet, quien será finalmente el encargado de narrar esta historia que resulta atrapante de principio a fin. En ella, Holmes y Hurre deberán cumplir una misión de lo más extraña, con el fin de salvar al Tibet de un mal supremo.
Tratare de no ahondar en detalles, al solo efecto que el eventual lector, conserve el factor sorpresa durante su lectura.
Edicion de la Obra.-
Palacio de Potala, Lhasa, Tibet al cual llega Holmes.-
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