Es preciso, a la hora de escribir
sobre Conan Doyle y su obra, aludir a la famosa frase que afirma con sorpresa que “la realidad supera a
la ficción”, al menos para poder resumir el verdadero fenómeno que se ha generado en el
último siglo a partir de la creación literaria del detective más famoso de
todos los tiempos: Sherlock Holmes.
En este sentido, antes de
adentrarnos en el estupendo libro objeto de la presente reseña, debemos aclarar que Doyle, amén de ser médico y
ejercer dicha profesión con anterioridad a dedicarse de lleno a la escritura, fue
además un reconocido erudito de la historia detectivesca que llego a disponer
de una extensa biblioteca personal de criminología.
El primer contacto que tuvo Doyle
con el mundo criminal y la investigación policial en particular, sucedió (crease
o no) en su propio hogar. Fue a raíz del fallecimiento de uno de sus pacientes,
hermano de su futura esposa, Louise Hawkins. Muerte que por otro lado, llevo a la policía a investigar el mencionado
deceso en dicha casa, donde Arthur ejercía su incipiente e inexperta profesión de
médico. Por aquellos años, el doctor Doyle, dio nacimiento a su máxima creación literaria:
el detective Sherlock Holmes, (inspirandose en el profesor Joseph Bell, el más ingenioso
y metódico de sus maestros de medicina) y a su compañero de aventuras Mr. Watson.
Sus historias, publicadas casi en
su totalidad, en la revista “The Strand Magazine” se caracterizaron por ser
casos descritos y resueltos en un mismo número, circunstancia que dio una gran
popularidad a su personaje y a cada una de sus aventuras, puesto que no
requerían una continuación en el siguiente numero.
Cuando las aventuras de Holmes alcanzaron
gran popularidad en el seno de Inglaterra, dichos textos comenzaron a ser
traducidos y publicados en distintas partes del mundo, logrando una exorbitante
fama, al punto que el mencionado personaje de ficción, comenzo a corporizarse
y se fue conformando en el ideario colectivo, como una persona real de carne y
hueso.
La notoriedad y la enorme divulgación
de los casos resueltos por Holmes, alcanzaron tal grado de magnitud que muchos
de los texto de Doyle, fueron utilizados para la formación de investigadores
criminales en distintas partes del mundo, tal es el caso de la policía de
Egipto o Hong Kong, cuyo cuerpo de policía era frecuentemente entrenado, con la lectura de
los casos resueltos por el notable detective victoriano.
La fama mundial que adquirió Sherlock
Holmes, asimismo trajo como consecuencia que fueran enviadas a Londres, más
precisamente al 221B de Baker Street, innumerable cantidad de correspondencia
solicitando la intervención del detective para la resolución de los casos más
extraños. Este es un ejemplo concreto de la corporizacion del personaje
en tanto que, tratándose de hechos reales, la gran mayoría de las mencionadas
misivas eran remitidas al propio Doyle, quien se veía frecuentemente desbordado, y le resultaba imposible responder la desmesurada cantidad de cartas que le
enviaban a su detective ficticio.
Por el contrario, esta
correspondencia era utilizada por el autor como vía de inspiración para
escribir, puesto que tomaba diversos elementos de las mencionadas cartas y los
incorporaba asiduamente en sus propias narraciones.
Sucesivamente, como podrá ir
apreciando el lector a raíz de esta serie de artículos, el contacto de Doyle
con la misteriosa realidad que lo rodeaba, lo ira transformando lentamente en un
verdadero investigador criminal.
Joseph Bell, medico que inspiro el personaje de Sherlock Holmes
Otra magnífica nota. Arthur Conan Doyle además de ser un insigne escritor tuvo el "mérito" de ser uno de los más recientes nominados a la identidad de Jack the Ripper en a obra del perito español Jesús Delgado. Otroas autres como Garrck-Steele también desconfiaron del padre de Sherlock Holmes y loa cusaron de plagiario y asesino del amigo al cual le habría plagiado "El sabeso de los Basckerville" y, de paso, quedarse con la mujer de su amigo que era su amante, según esa teoría.
ResponderEliminarSaludos Cordiales.
Muy acertadas sus palabras Doctor, precisamente estoy escribiendo parte de esa historia para mi proxima publicacion. Gracias por sus palabras tan amenas como siempre.
ResponderEliminarAbrazo grande y muchas gracias!